Uno de "esos" dias

Que si los planetas no se alinearon, que si el agua se acabó, la luz se fue y el despertador no sonó, salí descalza y había pis de gato, que si vi como se alejaba mi camión, ese que solo pasa cuando se le da la gana, que si había sol y en cuanto salí empezó a llover, que si deje la tarea que pase toda la noche haciendo sobre la mesita, que si hoy decidieron cerrar mas calles, que si hay manifestantes, que hoy empezó mi periodo, que si no encuentro mis zapatos y traigo un calcetín blanco y otro negro, que si me tocaron tres choques en el camino y todos contra el vehículo en el que yo iba. Que si en el máximo momento de inspiración me hacen salir despavorida porque se les ocurrió hacer un tremendo simulacro. Que si ese es el riesgo de vivir en una gran ciudad o por lo menos el de migrar cada día desde mi pueblo donde normalmente no pasa nada. Que nada es real, que debo volver a dormir, que todo lo imagine. Que por amor de Dios el día se componga.

Uno, dos, tres. Uno dos, tres. Siempre lo mismo, siempre igual. ¿Acaso existe realmente una receta? Agustín lo hacia todo tan mecanico. Uno, dos, tres, siempre repetitivo, siempre en rutina. Un buen dia (no tan bueno) Agustin murió. "Vida recta y ejemplar" entre otras cosas decía su lapida. Pobre Agustín, ahora y por toda la eternidad se preguntará qué habría pasado si al menos alguna vez hubiera hecho lo que quería en lugar de lo que debía.

Me han preguntado, criticado y juzgado por lo que escribo. La tristeza, la crudeza, lo autobiográfico de todo. Y qué si la que escribe ya no se siente como en cuento de hadas, si las cosas se complican y los sentimientos se confunden. Y qué si no encuentro el lugar ni el momento, si las princesas se escaparon del libro y solo me quedó la bruja y el dragón. Y es que no entiendo como se escribe cuando un hueco en el centro del pecho crece un poco cada día. Sin embargo aquí estoy, intentando con fervor derretir a la bruja y matar al dragón, sin dejar de escribir y sin dejar de vivir. Sé que la princesa vencerá, que habrá sapos y príncipes, castillos y hadas, que habrá un muy honesto "y vivieron felices" solo es cuestión de tiempo. No me presionen. Encontraré mis musas, el lugar y el momento.

Un lugar mejor

Dos votos a favor y uno en contra, el de Pedro, como sea nadie tenia interés en escucharlo. Esta vez los medicamentos serian inyectados en las venas, las pastillas ya no surtían efecto. Desde siempre Pedro se cuidó de las drogas, acabará más drogado que cualquier estrella de rock. De pronto estaba muerto en vida, los demás tomando las decisiones, cada vez mas droga, un poco mas. En su estado casi inerte le pareció escuchar que se lo llevarían a otro lugar. Pedro en medio de la inconsciencia tendrá un nuevo hogar, vestirá nueva ropa, y no le faltará droga. Ahora se siente ángel, viste de blanco y se ha vuelto etéreo.

Hablemos de olvido

Las madres en general, supongo, al menos la mía, siempre nos quieren tener alejados de ciertas vivencias que indiscutiblemente sería mejor no vivir. Siempre me ha sorprendido la gente que colecciona cosas, yo jamas he coleccionado nada, no se si por mi inconstancia, mi desidia o simplemente porque no le encuentro sentido. Desde pequeña cuando todos presumían sus colecciones de lo que fuera, yo asentía con la cabeza, sonreía y decía con mucha seguridad: "yo colecciono momentos". Últimamente me he asomado a mi colección y es grande en verdad. Si mi madre pudiera, se que se robaría algunas piezas de mi colección y las borraría para que dejaran de lastimar, para que la historia fuera diferente. Lo agradecería. Últimamente todo está tan lleno de recuerdos. De eso sobrevivo, de eso me mantengo. No es bueno. Sin embargo no cambiaría ninguna pieza, todas son únicas. Lo malo del recuerdo es que perdura. Recordar no es malo, lo malo son mis recuerdos, algunos. En este momento nada está claro. Hablé con un amigo que ya no está, que solo es recuerdo. Acordamos seguir adelante. Guardaré mi colección en su cajita bajo la cama, no lo sacaré a menos que el olvido aparezca.

El Juego

REGLAS
1. Cada jugador(a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo
2. Tienen que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego
3. Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres
4. No olvides dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitadas a participar, refiriendo al post de tu blog: "El Juego".

Aquí voy:
1.- Soy supersticiosa, creo en las buenas y en las malas energías, en el karma y en el dharma, en la intuición, etc., creo en lo mágico.

2.- Me llamo Pamela Denise, sin embargo Denise no lo uso y me choca que me digan Pamela, los cercanos a mi normalmente me dicen Pam así que cuando dicen mi nombre completo es porque hay algún problema.

3.- Soy totalmente desorganizada, todo en mi es un desastre, mi tiempo, mi vida, mi cuarto, todo lo tengo de cabeza y postergo las cosas.

4.- Soy bien clavada con las cosas, no olvido facilmente y no me gusta olvidar, no soy vengativa pero no me hagan nada porque seguro lo recordare y lo restregare en la cara cada que haya oportunidad.

5.- Desde pequeña mi color favorito es el rojo, en mi cumpleaños numero 4 hice que mi mamá hiciera un pastel rojo para mi.

6.- Adoro viajar, pero le tengo pánico a los aviones, no me pongo histérica ni nada pero no consigo dormir en un avión.

7.- Soy terriblemente emocional, todo en mi se mueve por emociones, si llego a enfermarme seguramente es porque tengo algún problema emocional.

8.- Cuando era chiquita me rompí los incicivos y use dientes de metal hasta que se me calleron y el ratón me dio mucho dinero por ellos.


*Me invito a jugar "EL JUEGO" el sadis
**no conozco gente con blogs así que aquí valió la cadena

Algo pasa

Romina sentada, ahora no mira a la ventana, ni teje ni desteje. Parece haberlo comprendido todo. ¿Realmente lo ha comprendido todo? Romina vaga por su casa decidiendo que hacer. Cada paso que da se enfrenta a una sombra vieja. La vida pasa ante sus ojos y si, parece haber entendido, sino todo, al menos algo, poco. Los recuerdos la invaden, cada instante, cada momento, lo sabe, lo siente. El espejo, se cerciora de seguir siendo ella. Los años demás que sentía encima poco a poco se desvanecen, van cayendo a cada paso, a cada recuerdo. Romina no sabe si lo sabe. Llega al armario y esta dispuesta a cambiar, al menos de atuendo, ya no quiere vestir de negro. Romina deja que el luto caiga junto a los años.

Carta para el que no quiera leerla

Querido tú:

Te escribo esta carta para que no la leas, para que no te mortifiques y para que no creas que estoy pensando en ti o que me preocupas. Primero quiero que sepas que estoy bien, no miento, si no ves una sonrisa en mi rostro es porque aun no recuerdo como se sonríe. No tengo el corazón hecho pedazos, y esa mancha roja que brota de mi pecho, de verdad no es sangre. No te extraño y no te necesito, si el gato y el perro duermen conmigo es solo para que estén un poco mas cómodos. No me haces falta, las horas que paso en la ventana, no es porque espere tu regreso, es solo que últimamente ha hecho mucho calor. No estoy muriendo, estoy un poco pálida pero es normal en mí últimamente. Lo que resbala por mis mejillas no son lágrimas, es el rocío de esta tarde, supongo que lloverá. Seguro saldré adelante y pronto me olvidare de ti, solo espero que sea un poco antes del ultimo momento.

Atentamente

La de siempre; la que ya no

Con el tiempo

Entonces me di cuenta de todo. Esa, la del espejo, supongo que era yo. Me veía, de menos, veinte años mas vieja, con la cara aun marcada como si llevara tiempo llorando sin parar. ¿En qué momento pasó? Lo último que recuerdo es que yo quería ser feliz, luego nada y ahora un espejo. Esa no puedo ser yo, el nudo en la garganta que aun conservo, o me conserva, me trae a la mente algo que juro haber querido olvidar. En este momento no estoy segura de nada.