miércoles, 6 de junio de 2007

Carta para el que no quiera leerla

Querido tú:

Te escribo esta carta para que no la leas, para que no te mortifiques y para que no creas que estoy pensando en ti o que me preocupas. Primero quiero que sepas que estoy bien, no miento, si no ves una sonrisa en mi rostro es porque aun no recuerdo como se sonríe. No tengo el corazón hecho pedazos, y esa mancha roja que brota de mi pecho, de verdad no es sangre. No te extraño y no te necesito, si el gato y el perro duermen conmigo es solo para que estén un poco mas cómodos. No me haces falta, las horas que paso en la ventana, no es porque espere tu regreso, es solo que últimamente ha hecho mucho calor. No estoy muriendo, estoy un poco pálida pero es normal en mí últimamente. Lo que resbala por mis mejillas no son lágrimas, es el rocío de esta tarde, supongo que lloverá. Seguro saldré adelante y pronto me olvidare de ti, solo espero que sea un poco antes del ultimo momento.

Atentamente

La de siempre; la que ya no

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