Nos vimos las manos como si fuera la primera vez. Dudamos, como si tuviéramos miedo. Quince años atrás no dudamos en revolcarnos hasta sudar. Sin embargo esta vez dudamos. Después de un rato dejamos de dudar. Nos besamos tanto que olvidamos lo que nos llevó ahí. Los besos nos consolaban. Ese par de corazones rotos parecían depronto repararse solos. Seguimos besándonos un poco más y más. Al final hablamos como hacía tiempo no lo hacíamos. Volvimos a ser amigos y cómplices. Y de esos besos sanadores nadie volverá a hablar.
jueves, 2 de mayo de 2013
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