sábado, 16 de junio de 2007

Hablemos de olvido

Las madres en general, supongo, al menos la mía, siempre nos quieren tener alejados de ciertas vivencias que indiscutiblemente sería mejor no vivir. Siempre me ha sorprendido la gente que colecciona cosas, yo jamas he coleccionado nada, no se si por mi inconstancia, mi desidia o simplemente porque no le encuentro sentido. Desde pequeña cuando todos presumían sus colecciones de lo que fuera, yo asentía con la cabeza, sonreía y decía con mucha seguridad: "yo colecciono momentos". Últimamente me he asomado a mi colección y es grande en verdad. Si mi madre pudiera, se que se robaría algunas piezas de mi colección y las borraría para que dejaran de lastimar, para que la historia fuera diferente. Lo agradecería. Últimamente todo está tan lleno de recuerdos. De eso sobrevivo, de eso me mantengo. No es bueno. Sin embargo no cambiaría ninguna pieza, todas son únicas. Lo malo del recuerdo es que perdura. Recordar no es malo, lo malo son mis recuerdos, algunos. En este momento nada está claro. Hablé con un amigo que ya no está, que solo es recuerdo. Acordamos seguir adelante. Guardaré mi colección en su cajita bajo la cama, no lo sacaré a menos que el olvido aparezca.

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