jueves, 12 de julio de 2007

Un cuento de esos

Erase que se era, una hormiguita como todas las hormiguitas, chiquita trabajadora y bastante monótona. Creo que era la la hormiguita que se rió de la cigarra mientras se moría de frió y hambre, que por floja. Total, la cosa es que esta hormiguita que se llamaba Leonor un buen día se cansó de hacer todos los días lo mismo, así que decidió salir al mundo y cambiar de profesión. Caminando hacia ninguna parte, pensando en cual sería ahora su modo de vida, de pronto lo tuvo todo muy claro. -¡Taxista,quiero ser taxista!- se dijo, así que busco a su amigo Panchito, un abejorro de la tercera edad que hacía tiempo se había retirado. Leonor alguna vez escuchó que le iba bien, que inclusive había formado su propio negocio.

Después de caminar durante horas, dio con la casa de Panchito, era una casa lujosa. Toco el timbre y una garrapata con corbata de moño le abrió la puerta, le dijo que en seguida le comunicaría al "señor" de su presencia. Panchito atravesó la enorme sala y recibió a Leonor con un fuerte abrazo. Después de tomar dos copas grandes de miel, Leonor le explico sus planes. Panchito no pareció ponerle mucha atención a lo que decía. La miró fijamente y finalmente comentó: - mira Leonor, cuando la reina me llamó para decirme que ya estaba viejo y que ya no le servía, pensé que el mundo se me acabaría y realmente me fui para morir solo y en paz, aquí me encontré con una señora que me cuidó cuando yo era pequeño, ella había venido porque jamás se sintió una abeja de verdad, ella en su interior sabía que su destino era otro. Cuando le conté lo que me había hecho la reina me dijo que estaba a punto de morir pues el invierno se acercaba y sería el ultimo. Así que me dejo todo lo que ves aquí, con la promesa de que ayudaría a otros insectos a cumplir sus sueños fuera de sus colonias. Desde que ella murió hasta hoy, tu mi pequeña Leonor eres la única que ha venido a verme. Puedes quedarte aquí conmigo y cuando yo muera te pido lo mismo que en su momento nana me pidió a mi.-

Leonor se quedo a vivir con Panchito manejó su taxi y el día en que Panchito murió el le dijo lo mismo que su nana le había dicho en su lecho de muerte:-Leonor, nunca olvides la promesa, porque estamos aqui en el mundo para vivir la vida cada quien a nuestro modoy disfrutar de todo lo que nos rodea.

En la actualidad Leonor alberga y cuida a tres mosquitos huerfanos que encontró en uno de sus recorridos en el taxi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bueno q sigas escribiendo.. me da gusto sentirte no se..viva?? sigue adelante... siempre adelante...