lunes, 22 de octubre de 2007


He dejado de escribir por miedo, por incomodidad, por este tremendo sinsabor que me sabe desde el fondo del alma hasta el centro de los ojos. Me he cansado de notar que cada uno de los actores de mi vida se sientan identificados en mis personajes, a veces hasta de a varios en el mismo. Como si mis historias, mis ficciones, no fueran lo suficiente fuertes y me invaden la realidad. Luego llega algún aquel y me agradece o algún otro que me recuerda que tengo madre, por lo que escribo, por lo que viven mis personajes, por las historias.

Me declaro en huelga, no voy a escribir más hasta que los actantes de mi vida declaren que entienden que no soy Capote, que no pretendo usar la No-Ficción, que escribo por placer, no por terapia. Exijo liberen a mis personajes, que puedan vivir su propia historia aun cuando no este escrita, que dejen de verse y verme pero sobre todo vernos en lo que escribo.

Así entonces empiezo la huelga de letras caídas, protejo a mis personajes de mis actantes. Declaro en estado de sitio mi creatividad. Espero sean resueltas una a una mis demandas.

Pamela Peñuelas Rivas

1 comentario:

Israel Pintor dijo...

Oye, tú: No Capote. ¡Ponte a escribir! Por placer, porque sí, porque no. Por lo que quieras.
¿Que tus personajes ya son de otros? ¿Que te pones el huelga creativa? Huelga decir, más bien, que jamás dejarías de escribir por las manías de otros, porque tus propias manías te mantienen escribendo. Si mis palabras no fueras ceirtas, los posts de arriba no existirían.

Quiero identificarme con tus letras, tus historias y tus personales. Eso no me lo quitas, es derecho de lector. Autora tímida.

Uno de tus Fans, from Hell. JA