miércoles, 11 de diciembre de 2013

Me gusta escuchar. Me gustan los consejos. Desgraciadamente también me gustan las críticas. Hay gente icono en mi vida, gente con frases célebres que nunca olvidaré. Esta vez hablaré de mi maestro de periodismo de la universidad.

Él me leyó al instante. Recuerdo que nos dejó escribir una nota periodística, yo no me preocupé porque siempre he tenido facilidad para escribir. Entonces uno por uno empezaron a leer su trabajo y me di cuenta que lo había hecho mal, terrible, sin sentido. Pamela tu nota...

Azotó la mano contra una mesa y me empezó a gritar: ¿Quién te ha hecho creer que eres una pendeja? ¡Dime! pero sobre todo dime por qué te la creíste.

La garganta se me cerró y los ojos se me llenaron de lágrimas. No lloré. No salí corriendo. Me mantuve callada. A partir de ahí me dejaba los mejores trabajos: cubrir cámara de diputados, congresos legislativos, iniciativas de ley, día de la candelaria en Los Pinos con tamales incluidos, etc. 

El último día de clases nos pasó uno a uno a decirnos calificaciones, antes teníamos que autoevaluarnos: ¿y bien?,-ocho-, CARAJO PAMELA TIENES 10.

Un par de cuatrimestres después me lo encontré en una banca, hacía unos meses que yo había terminado con una relación de 5 años con quién estaba convencida iba a envejecer. Saúl, le pregunté, qué me depara el destino. A lo que el contestó - vas a ser muy feliz y exitosa, eres una persona maravillosa, pero vas a estar sola. Ningún hombre te parece suficiente y los hombres que sí, tu eres la que siente que no los mereces, así que vas a quedarte sola a menos que cambies todo eso que traes y que te tiene convencida que no mereces que nada maravilloso como tu te pase.

¿Ahora qué?




No hay comentarios.: